Dr. Homunculus en: Vitamina Letal

Allí estaba ella, como una diosa delante de mi puerta, bella e inalcanzable, sujetando del brazo a su marido demacrado y tambaleante.

¡Qué cantidad de recuerdos me trae su presencia!

Durante mi adolescencia, me sentía el ser más desgraciado de la tierra, siempre a la defensiva ante las burlas y los ataques continuos de mis compañeros. No tenía ilusiones, no tenía sueños, solo tenía miedo. Los días pasaban yermos y sin luz, hasta que un día la descubrí. Cuando se fijaba en mi, su cara desbordaba dulzura, como la madona del cuadro de la iglesia, haciéndome sentir tranquilo, fuerte y lejos de mi odiado mundo. Ella transformaba la oscuridad en luz y mi tristeza en esperanza. Aquella belleza solo podía significar pureza y bondad, pero… me equivoqué.

Un atardecer, venía de hacerle un recado a mi madre, cuando de repente escucho muy cerca, risas y jadeos. Muy asustado, con la adrenalina a tope y un insistente temblor de piernas, me escondo y empiezo a buscar la procedencia de aquellos ruidos.

AmoR

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